Los conductores con sentimientos encontrados sobre el sistema start-stop que los fabricantes de automóviles utilizan para reforzar su credibilidad medioambiental estarán encantados de oír que el gobierno podría eliminarlo por completo.
El actual responsable de la EPA ha publicado que el start-stop está ahí para que los fabricantes se anoten un"trofeo de participación climática" pero"todo el mundo lo odia" El sistema está diseñado para apagar el motor al ralentí prolongado y volver a arrancarlo cuando el conductor pisa el acelerador.
Dependiendo del organismo que haya realizado las pruebas, un sistema start-stop puede reducir el consumo de combustible de un vehículo entre un 4% y un 26%, según el tráfico y los hábitos de conducción. La propia EPA cita un modesto 4%-5% de ahorro de combustible de media, mientras que las pruebas SAE de https://www.sae.org/publications/technical-papers/content/2023-01-0346/ con cuatro vehículos arrojaron hasta un 26% menos de consumo si se conducen en el denominado escenario New York City Cycle (NYCC).
Aunque algunos argumentos en contra del sistema start-stop son discutibles, otros son completamente válidos. En la actualidad, alrededor del 65% de los coches nuevos vienen de fábrica con tecnología start-stop y las afirmaciones de que supone una carga excesiva para el motor de arranque, la batería o el motor son algo exageradas, ya que el sistema está diseñado para reinicios frecuentes.
Sin embargo, dependiendo del fabricante y de si está instalado en un híbrido o no, el sistema puede ser brusco y vacilante. Aunque se trata de molestias relativamente menores, el hecho de que la aceleración se retrase en comparación con un motor al ralentí y que el aire acondicionado pueda no funcionar durante los largos semáforos en rojo en medio de un calor sofocante, por ejemplo, hacen que algunos conductores lo odien con pasión.
Desgraciadamente, no hay forma de desactivar permanentemente el sistema start-stop. Hay que desactivarlo manualmente cada vez que uno conduce su vehículo, lo que puede volverse rápidamente molesto para aquellos cuya rutina de conducción supondría un ahorro insignificante de combustible. Algunos han estado lo bastante desesperados como para recurrir a soluciones de terceros, como el eliminador de arranque y parada automático 4D Tech, para eludir el requisito.
Es probable que la EPA planee descartar los créditos medioambientales que conlleva la instalación de una tecnología de arranque-parada, y desincentivar así a los fabricantes a equipar sus vehículos con una. Queda por ver, sin embargo, si los fabricantes de automóviles le seguirán, y si eliminarán todo el sistema start-stop de los vehículos nuevos, o simplemente proporcionarán una forma más permanente de anularlo.
Fuente(s)
Lee Zeldin (X)
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