La ampliación de la Gigafactoría de Tesla se enfrenta a una demanda pese a la aprobación local

La Gigafábrica de Tesla en Berlín ha sido durante mucho tiempo el blanco de la oposición de los residentes locales y de los activistas medioambientales. La ampliación prevista del emplazamiento, que implicaría la tala de una gran superficie de bosque, llevó a cientos de activistas climáticos a intentar asaltar la fábrica hace unos días. Pero ahora la situación se está agravando.

Además de la deforestación, también se ha criticado el hecho de que parte de la planta esté situada en una zona de protección del agua. Los residentes que viven cerca de la única planta de producción de vehículos eléctricos de Tesla en Europa también han dejado clara su desaprobación, votando en contra de la ampliación prevista por casi dos tercios en una consulta pública celebrada en febrero. El jueves, sin embargo, el consejo local de Grünheide votó a favor de la construcción de zonas logísticas adicionales y de un depósito de mercancías para la planta, en contra de los deseos de los residentes.

Tesla acepta un compromiso, pero Nabu planea demandar

Se negoció un compromiso para talar sólo 50 hectáreas del bosque circundante en lugar de las 100 previstas inicialmente. Tesla intenta ahora aplacar a Nabu diciendo que se conservarán 70 hectáreas de bosque y que la estación de carga reducirá también el tráfico de camiones. Björn Ellner, presidente de la rama de Brandenburgo de Nabu, la organización de conservación de la naturaleza, criticó duramente la decisión, calificándola de "golpe amargo para la democracia y el medio ambiente".

Nabu trabaja ahora con un abogado para ver qué acciones legales se pueden emprender contra el proyecto. Pero Tesla quiere ir más allá: quiere duplicar la producción anual de 500.000 a un millón de coches. Alrededor de 12.000 personas trabajan actualmente en la fábrica, y deben de estar igual de desesperadas por encontrar una solución a la tensa situación.