La tecnología espacial se une a la medicina: laboratorios, médicos y pacientes se benefician

Estructuras poco claras, responsabilidades poco claras, normas de seguridad anticuadas, pasos de trabajo trillados: Cientos de errores diferentes en la evaluación de laboratorio pueden remontarse a unos pocos, aunque exhaustivos, problemas.

Esta es la conclusión de un estudio que analizó el sistema de pruebas de laboratorio en su conjunto. Esto incluye a los médicos que encargan las pruebas. Incluye la entrega y el almacenamiento. Incluye la formación en el laboratorio. Y también hay que tener en cuenta a las empresas que fabrican y venden los equipos.

Este complejo sistema, formado por innumerables partes individuales, puede compararse con la complejidad de la industria de la aviación, según los resultados del estudio. Ésta presentaba problemas similares, que pueden resolverse eficazmente si también se tiene en cuenta la complejidad, según los principios de la teoría de sistemas.

Como resultado, el número absoluto de personas muertas en accidentes en la industria de la aviación ha descendido en las últimas décadas, mientras que el número de pasajeros aéreos ha aumentado cada año.

Existen soluciones

Igualmente peligrosos son los valores de laboratorio incorrectos o las muestras que se analizan demasiado tarde o están contaminadas. Los errores pueden remontarse a seis problemas, la mayoría de los cuales pueden evitarse.

Entre ellos se encuentran la descentralización, la comunicación y coordinación defectuosas, la escasa atención prestada a las normas relevantes para la seguridad y el cumplimiento de normas obsoletas.

Además, hay una falta de comprensión de la complejidad de todo el sistema y un desconocimiento de los riesgos existentes de diagnósticos incorrectos.

Al menos los cuatro primeros problemas podrían resolverse rápidamente mediante cartas normalizadas, designaciones uniformes y una mejor formación del personal en las normas vigentes. Los dos últimos problemas, en cambio, implican intervenciones profundas en la estructura del sistema de laboratorios.

En cambio, según el estudio, la suposición predominante es que los médicos se darán cuenta a tiempo de los errores y evitarán así la mayoría de los diagnósticos erróneos. Esto traslada la responsabilidad de los problemas sistémicos a los individuos.

Aunque se trata de un estudio sobre las estructuras de los laboratorios estadounidenses, el planteamiento parece muy prometedor. No abordar los problemas localmente y en la menor medida posible, sino eliminar los patrones que los originan, suena como una receta que también podría ser útil en otros lugares.