Las nuevas baterías para coches eléctricos y wearables, respaldadas por una financiación multimillonaria, son a la vez resistentes al fuego y flexibles

Las baterías se consideran tecnologías cruciales en la lucha contra el cambio climático, sobre todo para los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía procedente de fuentes renovables. Las novedosas baterías flexibles están actualmente a disposición de los fabricantes de wearables y podrían emplearse en diversos ámbitos, como los coches eléctricos y los ordenadores portátiles.

Las innovadoras baterías obtienen una buena puntuación en seguridad contra incendios, gracias a los nuevos materiales y características de diseño que eliminan los riesgos de seguridad mecánicos internos y externos, como las explosiones. Muchas de las baterías actuales, como las de iones de litio, contienen un líquido inflamable como electrolito.

David Mackaniac, de Anthro Energy, y su equipo han creado un electrolito polimérico flexible que es maleable como el caucho. La nueva tecnología proporciona una mayor flexibilidad de diseño para su uso en toda una gama de dispositivos, con formas y tamaños adaptables para ajustarse a aplicaciones específicas.

Las baterías son muy duraderas, capaces de soportar decenas de miles de ciclos de flexión sin que disminuya su rendimiento. La financiación para el desarrollo ha ascendido ya a varios millones de dólares estadounidenses. El equipo llegó a las semifinales del Premio de Energía Limpia del MIT y recibió un Premio TomKat a la Transferencia de Innovación.