Nuevos robots impresos en 3D salen directamente de la línea de producción

Robótica podría ser el futuro, aunque no todas sus manifestaciones sean bípedos mecánicos que tendemos a imaginar cuando el campo sale a colación en una conversación.

De hecho, varios grupos de la disciplina afirman que podría darse el caso contrario: robots completamente fabricados con materiales flexibles, orgánicos o incluso biomiméticos.

Sus diseños, estratégicamente geométricos, se ven obligados a moverse gracias a la fluídica interna, que puede "implantarse" en los robots incluso antes de que salgan de la cadena de producción para asegurarse de que "caminan" de la forma prevista por sus ingenieros.

Los "robots blandos", como se les suele llamar, pueden fabricarse con impresoras 3D gracias a su diseño y composición; de hecho, pueden empezar a moverse desde el momento en que se completan estos procesos.

La capacidad de fabricar robots blandos que hagan tal cosa no es en realidad nueva, como demuestran los trabajos de otros grupos como Zhai et al., publicados en Advanced Systems Intelligence en 2023.

Sin embargo, el equipo dirigido por Maks Gepner de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo, afirma que su versión es la más rentable hasta la fecha, ya que se fabrica utilizando la plataforma Flex de código abierto de impresión en 3D, que podría requerir un desembolso de tan sólo 500 dólares.

La impresora Flex también se promociona como la forma más "democratizada" de producción de robots blandos, ya que cabe en una superficie del tamaño de un escritorio y es, al parecer, la plataforma más fácil de usar de su tipo.

Gepner y sus colegas Jonah Mack y Adam A. Stokes también pretenden que los robots sean de código abierto con su propio repositorio de Github y archivos CAD.

Los robots como los producidos por el nuevo proceso tienen fama de ser versátiles, duraderos y, en general, beneficiosos en diversos ámbitos de la industria, la tecnología sanitaria y el mundo en general.