Pekín utilizará las gasolineras existentes como centros de recarga de vehículos eléctricos y de intercambio de baterías con capacidad de almacenamiento de energía

En lugar de gastar 7.500 millones de dólares del dinero de los contribuyentes estrictamente en la creación de una nueva infraestructura de recarga de vehículos eléctricos como está haciendo el gobierno de EE.UU., Pekín ha decidido también reequipar la red de gasolineras de vehículos existentes con puestos de recarga de vehículos eléctricos y estaciones de intercambio de baterías. El objetivo, según el plan de desarrollo energético para 2025 de la Comisión Municipal de Gestión Urbana de Pekín, es que ningún vehículo eléctrico se quede sin una estación de carga en un radio inferior a 3 kilómetros.

Para alcanzar este elevado objetivo, las gasolineras de Sinopec se convertirán gradualmente en estaciones de recarga y ofrecerán intercambios de baterías a las empresas de coches eléctricos, como NIO, que ofrezcan este servicio. En el plazo de tres años, los puestos de recarga de vehículos eléctricos de Pekín tendrían que multiplicarse por siete desde los 100.000 actuales y pico. Además, habría que crear 310 estaciones de intercambio de baterías para cumplir el plan, por lo que adaptar las gasolineras existentes en lugar de construir lugares nuevos parece la decisión más acertada.

Sinopec, el gigantesco conglomerado chino de refinado de petróleo que cuenta con la segunda red de gasolineras más grande del mundo, ya se autoproclama "proveedor de servicios energéticos integrados" y planea instalar 5.000 estaciones de recarga o intercambio de baterías para vehículos eléctricos de aquí a 2025

La semana pasada inauguró un lugar de intercambio de baterías de camiones pesados que puede dar servicio a hasta 168 semirremolques al día, ya que puede sustituir una batería agotada por otra recién cargada durante 3 minutos de forma automática. Pekín también tiene previsto utilizar su red ampliada de estaciones de carga e intercambio de baterías de vehículos eléctricos como mecanismo de almacenamiento de energía, con el objetivo de reducir la carga de su red eléctrica hasta un 5%.

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