Samsung Mobile estima que la escasez de chips está lejos de terminar

Samsung no parece ser demasiado optimista respecto a la escasez mundial de chips que sigue afectando a muchas industrias. La publicación surcoreana The Elec informa de que la cuestión de la escasez de chips fue uno de los principales puntos de discusión durante una reunión de Samsung Mobile a principios de noviembre. El presidente de Samsung Mobile, TM Roh, discutió con los altos ejecutivos de la compañía, así como con los ejecutivos de más de 30 grandes proveedores de componentes y llegó a la conclusión de que el negocio de los smartphones seguirá viéndose afectado en 2022 al igual que en 2021.

Este año, Samsung no pudo asegurar suficientes suministros de procesadores de aplicaciones (AP) debido a la escasez de chips y a los bloqueos de envíos, por lo que no se pudieron cumplir las proyecciones de producción. Durante la mencionada reunión de la empresa, la división de negocios de Samsung advirtió que los suministros de chips de AP y RF (radiofrecuencia) seguirán siendo escasos hasta la segunda mitad de 2022, y que la empresa tiene que idear una estrategia para asegurar más chips con el fin de cumplir mejor los objetivos

Además, la división empresarial señaló que la capacidad de producción de las principales fundiciones (incluida la propia de Samsung) seguirá viéndose afectada por la escasez. En este sentido, Samsung Mobile cree que las empresas sin fábricas como Qualcomm se centrarán primero en suministrar productos con alto margen. Las fundiciones podrían seguir aumentar los precios de los servicios en 2022 de la misma manera que lo hicieron este año. Para evitar estas subidas de precios, Samsung Mobile está intentando firmar antes contratos anuales con las principales fundiciones. Otra medida para mitigar el impacto de la escasez de chips será asegurar las existencias de chips para cuatro semanas, en lugar de dos, como ocurre ahora.

Las previsiones no tan optimistas de Samsung coinciden con las de otras grandes empresas, como Toshiba que creen que la escasez podría seguir siendo un problema hasta 2023. Las empresas más pequeñas podrían ver cómo los efectos de la escasez se prolongan aún más.

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