EE.UU. sustituirá las VEU de las fábricas chinas de Samsung y SK hynix por licencias anuales para limitar las actualizaciones

UU. planea sustituir los actuales permisos VEU para las fábricas de Samsung y SK Hynix en China por "licencias de emplazamiento" anuales Estas licencias especificarán cantidades anuales preaprobadas de herramientas, piezas y materiales restringidos. El objetivo es mantener en funcionamiento las fábricas existentes al tiempo que se bloquean las actualizaciones o ampliaciones. Las VEU caducan a finales de año. Los funcionarios surcoreanos consideran que esta nueva norma es viable, pero les preocupa la burocracia añadida.

El origen de estas restricciones a la exportación se remonta a 2022, cuando los primeros controles se dirigieron a la lógica avanzada (alrededor de 16nm FinFET), las DRAM (18nm half-pitch) y las NAND 3D (128 capas o más). En aquel momento, el sistema VEU concedió a Samsung y SK Hynix aprobaciones perpetuas, siempre que cumplieran ciertos compromisos de control y seguridad.

Tras la introducción de estos controles, se emitieron exenciones de la era Biden para facilitar las operaciones. Ahora, la nueva administración Trump se está moviendo para cerrar lo que considera "lagunas" de la era Biden revocando las VEU e implantando licencias anuales de emplazamiento.

Con el sistema propuesto, las empresas podrían presentar una sola solicitud cada año, enumerando artículos y cantidades específicas. Este cambio proporciona a EE.UU. más antelación antes de los envíos, pero dificulta la planificación a las empresas, sobre todo porque no siempre pueden predecir cuándo se romperán las herramientas y necesitarán piezas de repuesto. Los funcionarios estadounidenses afirman que las licencias urgentes pueden tramitarse con rapidez, aunque muchos en la industria dudan de estas afirmaciones.

Estos cambios suscitan preocupación sobre el suministro constante de DRAM y NAND. Si los equipos fallan a mitad de año o se retrasan los nuevos envíos, las piezas de los teléfonos inteligentes y los centros de datos podrían verse afectadas, lo que posiblemente provocaría una escasez mundial. Esta política vuelve a poner a Seúl en una posición difícil entre su principal aliado y su mayor socio comercial.