El ex director de Modern Warfare teme que Call of Duty pierda su identidad bajo la propiedad de Microsoft

El cofundador de Sledgehammer Games y antiguo director de varios títulos de Call of Duty, Glen Schofield, ha expresado su recelo ante la viabilidad a largo plazo de Call of Dutytras la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.

En una entrevista con VGC en la Gamescom Asia en Bangkok, Schofield señaló las posibles incompatibilidades entre la cultura corporativa de Xbox y los equipos creativos detrás de la franquicia, estableciendo comparaciones con los bajones percibidos en otras IP propiedad de Microsoft como Halo y Gears of War.

Expresando su inquietud, Schofield afirmó: "Me preocupa enormemente, de verdad", al tiempo que señalaba como bandera roja el historial de Microsoft con franquicias ya establecidas.

Cuestionó: "Porque lo que le está pasando a Gears of War, dónde está Halo... ¿sabe a qué me refiero? Y mira a EA, miras a estas grandes compañías, y yo digo, ¿dónde están los juegos de Strike? ¿Dónde está este juego? Y hay tantos que se quedan por el camino"

Schofield habló de su preocupación por la asimilación cultural, sugiriendo que una vez integrados en una corporación mayor como Microsoft, los estudios adoptan comportamientos que podrían erosionar potencialmente sus incentivos y empuje únicos.

Especuló con la posibilidad de que el lucrativo sistema de bonificaciones ligado al rendimiento de Call of Duty, que históricamente ha sido un factor de motivación para los desarrolladores, sea sustituido por la estructura de compensación estandarizada de Microsoft, lo que en última instancia conllevaría una disminución del empuje entre el personal.

Afirmó: "Por desgracia, una vez que una de estas empresas te asimila, creo que adoptas algunos de sus rasgos. La otra cosa es que, no lo sé, pero me imagino que el sistema de primas de Call of Duty está fuera, y ahora tienes el suyo, y la gente va a decir 'eso no es eso'"

Schofield respaldó su preocupación por el declive creativo de la franquicia mencionando el éxodo de talentos veteranos de los equipos de Call of Duty , incluida su propia salida junto al cofundador Michael Condrey y el diseñador de Treyarch durante muchos años David Vonderhaar, que se marchó en 2023 tras casi dos décadas.

Señaló el declive de la calidad de las entradas recientes, afirmando: "Odio hacer esto, pero desde que dejé Sledgehammer, ninguno de los juegos ha sido muy bueno. Es decir, el último(Modern Warfare 3, de 2023) fue un 50. Aún así se venden bien. Eso pasa"

Modern Warfare 3 (2023) recibió una puntuación de 56 en Metacritic y una puntuación generalmente desfavorable de los usuarios de 2,3 sobre 10, lo que refleja las críticas de los jugadores que tenían la sensación de estar jugando a un DLC ampliado en lugar de a una secuela independiente. Aun así, Modern Warfare 3 (2023 ) fue considerado el juego más vendido en EE.UU. en noviembre y diciembre, y acabó el año como el segundo juego más vendido por detrás de El legado de Hogwarts.

Aunque Microsoft mantiene su opinión de que la adquisición ha ayudado a mejorar el alcance de Call of Duty a través de Game Pass y Cloud Gaming, Schofield teme un estancamiento creativo entre los principales estudios de desarrollo bajo la supervisión de Microsoft.

Reflexionó sobre su momento, diciendo

Siento que tuve suerte. Siento que estuve en el apogeo de EA durante el tiempo que estuve allí. Quiero decir, era un quién es quién trabajando allí. Y luego llegué a Activision, donde hice Modern Warfare 3 (2011).

De hecho, Modern Warfare 3 fue el último Call of Duty en ganar el premio al Juego de Acción del Año, y mis otros dos juegos fueron nominados para ello. Pero ahora, ya sabe, no los ve.

Está por ver si las preocupaciones de Schofield resultan ciertas o no, pero sus opiniones sobre el futuro de Call of Duty muestran un creciente malestar entre los desarrolladores veteranos, muchos de los cuales siguen trabajando en la franquicia a día de hoy.