GlobalWafers eleva su inversión en EE.UU. a 7.500 millones de dólares

La taiwanesa GlobalWafers Co. ha duplicado con creces su compromiso con la fabricación en EE.UU., prometiendo un extra de 4.000 millones de dólares adicionales a los planes anteriores. La medida eleva sus inversiones totales en EE.UU. a unos 7.500 millones de dólares y fue anunciada en la inauguración de la nueva planta de obleas de silicio de la empresa en Sherman, Texas.

La planta de Sherman es la primera nueva línea de producción estadounidense de obleas de silicio de 300 mm en más de 20 años. La construcción ha creado unos 1.200 puestos de trabajo y la planta emplea ya a unos 180 trabajadores fijos. GlobalWafers espera que la plantilla aumente hasta alcanzar los 650 ingenieros, técnicos y especialistas en operaciones a finales de 2028.

Washington está ayudando a sufragar los costes de puesta en marcha. El Departamento de Comercio de EE UU ha destinado 406 millones de dólares de la Ley CHIPS y de Ciencia al proyecto. Los responsables políticos argumentan que un mayor suministro nacional de obleas de silicio -el material base de prácticamente todos los chips avanzados- refuerza la resistencia económica y la seguridad nacional, lecciones subrayadas por la escasez en la era de las pandemias.

La decisión de GlobalWafers sigue a una presión política que se remonta a la anterior administración para que las empresas frenen su dependencia de las fábricas asiáticas. Compañeros de mayor tamaño han tomado un camino similar: Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. elevó recientemente su inversión prevista en EE.UU. a al menos 100.000 millones de dólares, ampliando un compromiso anterior de 65.000 millones de dólares para nuevas fabricaciones en Arizona.

La planta de Texas no es la única inversión de GlobalWafers en EE UU. La empresa esbozó a finales del año pasado otros trabajos de expansión en Misuri y señaló que podrían seguirle otros proyectos si la demanda se mantiene. Si estas inversiones se traducen en menores costes para los compradores nacionales de chips sigue siendo incierto, pero la empresa tiene ahora un buen comienzo en la reconstrucción de un eslabón ascendente de la cadena de semiconductores de Estados Unidos.