Los smartwatches de las grandes marcas son sobrevalorados, hinchados e invasivos

Tal vez soy el raro, pero me niego a gastar cientos de dólares en un reloj o smartwatch - que $ 400 Apple Watch puede irse a paseo. La mayoría de las supuestas funciones "inteligentes" me importan un bledo:

Duermo perfectamente sin el seguimiento del sueño. No me importa cuál es mi frecuencia cardiaca mientras hago deporte, siempre y cuando esté realizando hábiles "uno a dos", asistencias, bloqueos y goles en fútbol sala. Si realmente quisiera hacer un seguimiento de mis salidas en bicicleta, podría hacerlo en mi teléfono de todos modos (¡hasta ahora, no quiero!). Y cada vez que veo a gente que levanta el brazo cada tres minutos para leer la última notificación en su muñeca, me da escalofríos; por favor, mantenga eso lejos de mí (lo probé y lo apagué después de sólo dos días).

Llámeme anticuada, pero aparte de dar la hora, la única función que realmente me importa son las alarmas: No quiero renunciar a que me despierte suavemente una ligera vibración en la muñeca en lugar de un odioso tono de alarma que me arruine la mañana. Y en el mejor de los casos, no despierta a nadie más que comparta la cama.

Una batería de larga duración también es esencial para mí: no quiero enchufar mi reloj cada tres días. Mi último smartwatch, el viejo y sencillo Amazfit Bipduró más de un mes ¡con lo poco que lo usé! Los relojes actuales repletos de funciones rara vez se le acercan.

Dicho esto, nunca fui un gran fan del diseño cuadrado del Bip. Y para programar las alarmas siempre tenía que sacar el teléfono y utilizar la aplicación (técnicamente la aplicación Mi, aunque yo la sustituí por Gadgetbridge). Después de muchos años -sorprendentemente, la batería sigue siendo estupenda-, el reloj está simplemente hecho polvo: el cristal se agrietó, se soltó, hubo que pegarlo con cinta durante un viaje, los agujeros de los pasadores de la correa están desgastados y, en general, parece agotado.

Pero los smartwatches a precios razonables (alrededor de 50 euros) que sólo ofrecen alarmas básicamente no existen. "Entonces mire las pulseras de fitness", dice la gente. Pero yo no quiero un rastreador de fitness rectangular (de todos modos, no me interesan las funciones de fitness). Prefiero un diseño redondo que se parezca más a un reloj clásico. "Entonces eche un vistazo a los relojes normales", dicen. Al parecer, algunos incluso tienen funciones de alarma, pero son difíciles de encontrar y, tras perder cuota de mercado frente a los smartwatches, también suelen ser bastante caros.

¿Soy realmente el único al que no le importan las toneladas de funciones de los smartwatches pero que sigue queriendo un buen diseño, una calidad de construcción sólida y una batería de larga duración a un precio justo? ¿Soy el único que se siente incómodo vinculando mis datos personales de actividad, sueño y salud a una aplicación que envía toda esa información al fabricante y a terceros?

Tal vez los smartwatches con batería de larga duración, funciones mínimas y conectividad telefónica opcional simplemente no sean rentables (menos datos que recopilar), pero para mí, ¡casi todos los smartwatches conocidos están sobrecargados, tienen un precio excesivo y son demasiado invasivos!