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Un guante inteligente toca el piano y juega con el ordenador

Tecnología sencilla, efecto sorprendente: transferir secuencias de movimiento gracias al aprendizaje automático. (Imagen: Alex Shipps/MIT CSAIL)
Tecnología sencilla, efecto sorprendente: transferir secuencias de movimiento gracias al aprendizaje automático. (Imagen: Alex Shipps/MIT CSAIL)
Ahora también puede aprender secuencias de movimientos de los mejores. Eso suena como un atajo rápido al laborioso proceso de aprender un instrumento. Pero con el guante inteligente presentado por investigadores del MIT, aún es posible más.

Interfaz hombre-máquina sería el término correcto para el guante de nuevo desarrollo. No se limita a transferir los movimientos de una mano a la realidad virtual o, en la versión de lujo, ni siquiera puede proporcionar retroalimentación.

La tecnología presentada por un grupo de investigación del MIT se fabrica y adapta específicamente para cada persona. Gracias a un proceso de impresión especial, se dice que el procedimiento sólo dura 10 minutos.

De hecho, sólo después se lleva a cabo una verdadera puesta a punto, en la que, por supuesto, interviene el aprendizaje automático. Gracias a la IA, los movimientos y la háptica se transfieren a través de sensores entre manos diferentes y también diferentes sensibilidades.

En demostraciones más lúdicas, la secuencia de movimientos para tocar el piano se transmitió de un músico experimentado a un principiante. Los jugadores de ordenador sin experiencia también podían dominar un juego transmitiéndoles el movimiento a través de un guante.

El uso práctico de esto es irrelevante, se trata del principio. Pero la cosa se pone realmente emocionante cuando un brazo robótico, que sólo está conectado por vídeo, imita un movimiento realizado con el guante inteligente.

Si entonces hay una retroalimentación relativa a la resistencia que se puede sentir, el verdadero potencial del invento inteligente se hace evidente.

Comienza con la formación de futuros pilotos o cirujanos para enseñarles secuencias de movimientos y a sentir las máquinas o incluso el tejido humano.

Se extiende a la utilización de estos robots en entornos inhóspitos, ya sea en el desmantelamiento de un reactor nuclear o en un alto horno.

Y por último, sería incluso concebible realizar una operación con un brazo robótico e incluso con personal médico presente. Sin embargo, el propio especialista está sentado lejos, pero puede seguir operando gracias a un guante inteligente y a una retroalimentación perfectamente coordinada, siempre que la red móvil sea estable.

Aún quedan muchas mejoras y desarrollos por hacer. Sin embargo, la combinación de un guante perfectamente adaptado con sensores e inteligencia artificial para la transmisión óptima de la háptica ya ha superado su primera prueba:

Una mano robótica ha sido capaz de diferenciar correctamente los tipos de pan sólo con el tacto. Si eso no es nada.

Fuente(s)

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Mario Petzold, 2024-02-23 (Update: 2024-02-23)