Xiaomi acude a Washington por su inclusión en la lista negra de la Administración estadounidense

La empresa tecnológica Xiaomi, cada vez más importante, ha presentado una demanda ante un tribunal de distrito de Washington DC contra los departamentos de Defensa y del Tesoro de Estados Unidos. Esta nueva acción es una respuesta a las sanciones impuestas por estos brazos del gobierno estadounidense.

No son análogas a las adoptadas contra otro gigante chino de la electrónica, Huawei: Xiaomi puede seguir trabajando con proveedores con sede en EE.UU. y, por lo tanto, puede seguir comprando componentes importantes como el procesador Snapdragon 888 para su último smartphone estrella, el Mi 11. Sin embargo, significa que los inversores estadounidenses ya no pueden comprar las acciones de la compañía, y ahora deben desprenderse de cualquier participación existente en la empresa.

En su nueva misiva legal, Xiaomi afirma que esto es "ilegal e inconstitucional", ya que su inclusión en la lista negra se basa en la noción falaz de que la empresa está controlada por el ejército nacional de China. La empresa afirma que, de hecho, es propiedad en un 75% de los cofundadores Lin Bin y Lei Jun (que también es el actual director general del fabricante), y en un 0% de cualquier individuo o grupo con vínculos militares.

Xiaomi también cree ahora que el hecho de que se le haya manchado con esta brocha causará un daño "irreparable" a su imagen pública y a su reputación, lo que dificultará el acceso al capital que necesita para seguir siendo competitiva en sus distintos mercados. Los departamentos del Tesoro y de Defensa, dirigidos por Janet Yellen y Lloyd Austin respectivamente, aún no han respondido a la denuncia de la compañía.

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