Biden evoca la Ley de Producción de Defensa sobre los materiales de las baterías de los vehículos eléctricos mientras Tesla y Samsung esquivan la subida del precio del níquel

Samsung, que aspira a convertirse en el mayor fabricante de baterías del mundo para 2030 y a abrir una gran fábrica en EE.UUse está asegurando el suministro de níquel para las baterías de vehículos eléctricos de autonomía extendida a un 40% del precio actual del metal, informan los medios coreanos. Resulta que Samsung SDI ha firmado un contrato de intercambio de materias primas con Australia's QPM por 60 millones de toneladas de níquel a un precio bajo preestablecido al menos hasta el próximo año. Esto le da derecho a comprar 3122 toneladas a 12.700 dólares para el próximo mes de marzo, por ejemplo, mientras que el precio de cierre del viernes del metal fue de 32.150 dólares y níquel tocó brevemente el precio de 100.000 dólares tras la invasión rusa de Ucrania, ambos importantes productores.

Tesla también ha firmado contratos de cobertura similares, informa Bloomberg, a través de un "acuerdo de suministro plurianual con el gigante minero Vale SA", por lo que también evadirá la subida del precio del níquel relativamente indemne. Esto parece haber sido una estrategia deliberada de Tesla que ahora le está dando una ventaja competitiva. Hace unos años, Elon Musk instó a los mineros de níquel a que extrajeran más: "Tesla te dará un contrato gigantesco durante un largo periodo de tiempo si extraes níquel de forma eficiente y respetuosa con el medio ambiente", dijo en una llamada de beneficios en aquel momento, y la cobertura del precio del níquel con Vale llega ahora en un momento muy oportuno

El otro movimiento que compensa en cierto modo el aumento del precio de los materiales para Tesla es su cambio de a la tecnología de baterías LFP para sus vehículos de gama estándar. A pesar de que la densidad energética es ligeramente inferior a la de las baterías de níquel-cobalto-aluminio de sus vehículos de largo alcance, las células LFP utilizan el hierro, más barato y abundante, y además pueden cargarse al 100% sin la degradación observada en las baterías de níquel. Samsung no puede permitirse ese lujo, ya que fabrica baterías de Generación 5 para vehículos de largo alcance que utilizan al menos un 80% de níquel para el cátodo, así como otros metales más raros y caros como el cobalto.

Para hacer frente al aumento del coste de los materiales de las baterías de los vehículos eléctricos, el Presidente Biden acaba de recurrir a los poderes de la Ley de Producción de Defensa (DPA), que otorga al gobierno una amplia autoridad para remodelar la cadena de suministro. El argumento es que la energía y el transporte son una cuestión de seguridad nacional y ambos entran en el ámbito de aplicación de la DPA después de que la invasión rusa de Ucrania provocara una subida exorbitante del precio de los combustibles fósiles, las materias primas y los materiales

La directiva de Biden es "fortalecer nuestra economía de energía limpia" y"utilizar la Ley de Producción de Defensa para asegurar las cadenas de suministro estadounidenses para los materiales críticos que van en las baterías para vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía renovable" En una nota más práctica, la directiva de la DPA permitirá al Secretario de Defensa Lloyd Austin ayudar a los mineros estadounidenses de níquel, litio, grafito, cobalto y otros materiales críticos de la batería para producir más rápido y más eficiente.

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