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Desarrollar imanes con IA, código abierto y colaboración

Las simulaciones del magnetismo, los dominios magnéticos y el comportamiento de las nuevas aleaciones son complejas. (Imagen: Alexander Kovacs)
Las simulaciones del magnetismo, los dominios magnéticos y el comportamiento de las nuevas aleaciones son complejas. (Imagen: Alexander Kovacs)
Están casi en todas partes. Las turbinas eólicas, los coches eléctricos -también los de combustión-, los ordenadores y los teléfonos inteligentes, todos dependen de los imanes permanentes. Una amplia cooperación pretende minimizar la dependencia de las tierras raras, proteger el medio ambiente en el mejor de los casos y hacer que las energías renovables sean aún más baratas y estén más disponibles.

Lantano, holmio o neodimio: las tierras raras se utilizan para todo tipo de aplicaciones de alta tecnología. Van desde las pantallas LCD y los LED hasta los imanes permanentes y de alto rendimiento. Estos últimos se encuentran en casi todos los aparatos electrónicos, y en grandes cantidades en los coches eléctricos y las turbinas eólicas.

En principio, los motores y generadores eléctricos podrían diseñarse sin imanes permanentes, pero esto reduciría notablemente su eficacia. En otros ámbitos, los imanes son realmente indispensables.

Sin embargo, los problemas con las tierras raras son bien conocidos. Hay que extraerlas a un gran coste, toneladas de sobrecarga por unos pocos gramos de mineral. Y son raras, lo que hace que los precios fluctúen, impulsándolos en una sola dirección.

La extracción también se lleva a cabo en unas pocas regiones del mundo, lo que significa que el 98% de los elementos necesarios en la UE, por ejemplo, tienen que importarse. Esto crea dependencias.

Aquí es donde entra en juego Mammos, el conjunto de modelización multiescala magnética. En otras palabras, una colección de diferentes métodos en distintas áreas especializadas para buscar nuevas sustancias magnéticas. Todo ello está agrupado en este único proyecto.

Con la ayuda de experimentos, simulaciones e inteligencia artificial, el objetivo es encontrar formas de crear imanes permanentes sin utilizar elementos caros y raros, o al menos con un número significativamente menor de ellos. Estos esfuerzos son similares a los observados en la producción de baterías recargables y células solares.

El Instituto Max Planck, el Instituto Leibniz, la Universidad de Grenoble, Krems y Uppsala colaboran en este proyecto, así como Bosch y Siemens, que sin duda se beneficiarían de un sustituto barato de las aleaciones utilizadas actualmente.

Un punto interesante es el carácter de código abierto del proyecto. Los programas y los datos estarán disponibles en Internet. Para ello, este sitio web se utiliza como punto central de contacto.

Será interesante ver si surgen resultados prácticos en los próximos cuatro años, que es la duración actual del proyecto.

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Mario Petzold, 2024-03-23 (Update: 2024-03-23)