Este nuevo satélite ayudará a mantener la seguridad de los buques en el mar

Desde 1992, los científicos han ido desplegando una serie de misiones para proporcionar datos globales sobre el nivel del mar. Desde la misión Topex/Poseidón hasta las misiones Jason 1, 2 y 3, pasando por el satélite Sentinel-6 Michael Freilich.

Sentinel-6B será el último de esa lista cuando se lance. Gracias a su instrumento altímetro, Sentinel-6B medirá datos clave del mar: nivel del mar, velocidad del viento, altura de las olas, entre otras características. A continuación, los meteorólogos introducirán estos datos en modelos para elaborar previsiones que ofrezcan información sobre el océano y la ubicación cambiante de las grandes corrientes.

Una de estas corrientes es la Corriente del Golfo. Las corrientes de este tipo son grandes, cálidas y más altas que su entorno. Cuando las olas interactúan con estas corrientes, el agua del mar se agita, poniendo en peligro a los barcos.

Los cientos de sensores flotantes diseminados por los océanos detectan la ubicación de las corrientes. Pero son limitados. Están muy dispersos y cada uno sólo puede medir la pequeña zona que le rodea.

Esto significa que confiar sólo en ellos dejará lagunas en nuestra visualización de la ubicación de estas grandes corrientes. Sentinel-6B colmará esas lagunas. Proporcionará una cobertura más amplia, dotando a los meteorólogos de información sobre zonas no vigiladas regularmente.

Sentinel-6B es una misión conjunta dirigida por la NASA y la ESA. Forma parte de la misión Sentinel-6/Jason-CS (Continuidad del Servicio). La NASA, la ESA, la Unión Europea, EUMETSAT (Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos) y NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) colaboraron en el desarrollo de Sentinel-6/Jason-CS.