Las violaciones de las normas de exportación de Cadence ensombrecen el mandato de Lip-Bu Tan, CEO de Intel

Durante la dirección de Lip-Bu Tan, Cadence Design Systems se declaró culpable de "conspiración para cometer violaciones del control de exportaciones", según el Departamento de Justicia estadounidense. Las infracciones implicaban la venta ilegal de software y hardware de diseño de chips a empresas pantalla chinas vinculadas a la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, una institución que las autoridades estadounidenses identifican por apoyar simulaciones de explosiones nucleares. Cadence acordó pagar una multa de 140 millones de dólares y permanecerá en libertad condicional durante tres años.

Tan fue consejero delegado de Cadence desde 2009 hasta diciembre de 2021 y siguió siendo presidente ejecutivo hasta mayo de 2023. Las exportaciones ilegales se produjeron entre 2015 y 2021. Aunque no se han presentado cargos contra Tan personalmente, el hecho de que estas infracciones se produjeran bajo su liderazgo ha suscitado preocupación sobre la supervisión ejecutiva. Mientras tanto, la actual posición de Tan como consejero delegado de Intel le sitúa en el centro de los esfuerzos estadounidenses por reafirmar el control sobre la producción de semiconductores y las exportaciones de tecnología.

El caso encaja en un patrón más amplio en el que los líderes corporativos escapan a la responsabilidad personal, incluso en medio de graves violaciones. Elon Musk, por ejemplo, no se ha enfrentado a ninguna consecuencia legal por las numerosas muertes asociadas con el sistema Autopilot de Tesla, a pesar de la agresiva comercialización y las repetidas preocupaciones de seguridad. Como en el caso de Cadence, las sanciones se han dirigido principalmente contra la empresa, no contra las personas responsables de la dirección estratégica durante los periodos infractores.

El acuerdo con Cadence pone de relieve cómo la aplicación de los controles de exportación y las normas de seguridad a menudo se detiene en la suite ejecutiva. Con figuras como Lip-Bu Tan y Elon Musk que permanecen aisladas a pesar de la gravedad de los resultados bajo su liderazgo, la industria sigue funcionando bajo un modelo en el que el coste de las infracciones simplemente se calcula en el presupuesto.