Nvidia confirmó que "la ciberseguridad es de vital importancia" y rechazó la idea de que alguno de sus productos proporcione acceso o control remoto. La refutación se produjo después de que la Administración del Ciberespacio de China (CAC) convocara a a la empresa para hablar de los posibles riesgos para los datos de los usuarios relacionados con la GPU de inteligencia artificial H20.
La preocupación de Pekín es en parte una respuesta al proyecto de ley estadounidense que obligaría a los chips avanzados vendidos en el extranjero a informar de su ubicación, una medida destinada a evitar su desvío a destinos embargados. El episodio se produce poco después de que Estados Unidos diera marcha atrás una suspensión de abril sobre las exportaciones de H20 que ya se había adaptado para respetar los límites de rendimiento de 2023.
Técnicamente, el H20 es una versión recortada del H100 y -a diferencia de las piezas totalmente restringidas- carece de cualquier módulo de seguimiento de hardware. Los informes del sector señalan que el chip se diseñó expresamente para el mercado chino después de que se endurecieran los controles estadounidenses anteriores.
Los analistas no se ponen de acuerdo sobre hasta dónde llegará China en este asunto. Tilly Zhang, de Gavekal Dragonomics, sostiene que el Gobierno ve ahora el hardware de Nvidia como una moneda de cambio gracias a las alternativas nacionales más fuertes, mientras que Charlie Chai, de 86Research, espera una presión principalmente simbólica porque la mayoría de los desarrolladores chinos siguen profundamente invertidos en la pila de software CUDA de Nvidia.
A pesar de los obstáculos normativos -incluida una investigación antimonopolio en curso-, la demanda local de aceleradores Nvidia sigue siendo sólida; Reuters informa de un pedido reciente de aproximadamente 300.000 unidades H20 de TSMC. Proveedores estadounidenses anteriores, como Micron, se han enfrentado a revisiones de seguridad similares, lo que subraya la estrategia más amplia de Pekín de aprovechar este tipo de sondeos mientras madura el silicio nacional.
Por ahora, la CAC no ha esbozado contramedidas concretas. A falta de un sustituto viable a gran escala, los analistas esperan que China siga importando GPU Nvidia -aunque bajo un escrutinio más estricto- mientras acelera la inversión en aceleradores de fabricación nacional de firmas como Huawei, Biren y Cambricon.
Fuente(s)
Reuters (en inglés)
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