Debut dual en el Lenovo IdeaPad Slim 5 16: Ryzen AI 5 330 y Radeon 820M a examen

Sólo en términos de calidad de construcción, el IdeaPad Slim 5 16AKP10 causa una impresión de sólida a muy sólida. Los dispositivos de entrada son convincentes, y tanto la calidad del chasis como el diseño general destacan positivamente. La selección de puertos no es especialmente moderna, aunque Lenovo conserva al menos un lector de tarjetas microSD, que muchos fabricantes han eliminado por completo. La pantalla 16:10 nos deja con sentimientos encontrados. La relación de contraste es perfectamente respetable para un panel IPS, pero la gama del espacio de color es decepcionante, lo que afecta especialmente a la reproducción de fotos y vídeos. También nos ha decepcionado un poco el rendimiento del Ryzen AI 5 330, o más concretamente de la Radeon 820M integrada. Las especificaciones dejan claro que esta configuración no está diseñada para un alto rendimiento, y sin embargo los portátiles de la competencia con precios similares o sólo ligeramente superiores sacan una notable ventaja en algunos escenarios (más sobre esto más adelante).

Por un precio en la calle de unos 700 euros, el modelo de 16 pulgadas sigue siendo una opción interesante, siempre que el rendimiento no sea la principal prioridad. Si la calidad de construcción, el comportamiento térmico y la duración de la batería importan más, esta configuración de Lenovo puede puntuar ciertamente bien en esas áreas.

El Lenovo IdeaPad Slim 5 16AKP10 está disponible en Alemania a partir de unos 700 euros (por ejemplo en Cyberport). En Estados Unidos, las configuraciones comparables cuestan actualmente entre 840 y 880 dólares, dependiendo del minorista y de las especificaciones. Los precios se refieren al momento de la redacción y pueden variar según la región, la configuración y el minorista.

Como dispositivos de comparación para esta revisión, hemos seleccionado el Yoga 7 2 en 1 14 (Ryzen AI 5 340 con Radeon 840M), el IdeaPad 5 2 en 1 14 (Ryzen AI 7 350 con Radeon 860M) y el IdeaPad 5 2 en 1 16 (Core Ultra 7 255U con Arc Graphics 4-Core), todos ellos con un precio inferior a los 1.000 euros. Se trata de convertibles, aunque aquí nos centraremos principalmente en la comparación de CPU e iGPU. El "más antiguo" Slim 5 16 basado en el Core 7 150U con gráficos Iris Xe G7 también aparece en nuestras tablas comparativas.

El elegante pero discreto chasis de aluminio impresiona por su tacto de alta calidad y su sólida rigidez. La bisagra bastante firme mantiene la pantalla firmemente en su sitio, y el ángulo de apertura de unos 160 grados es muy respetable. Con algo menos de 1,9 kilogramos, el modelo de 16 pulgadas está en línea con la versión Intel, mientras que el hermano convertible pesa casi 0,2 kilogramos más.

En el lado izquierdo, encontrará dos puertos USB-C 3.1 Gen 2 con soporte DisplayPort 1.4 y PowerDelivery, junto con una salida HDMI y una toma de audio combinada. El lado derecho alberga un lector de tarjetas microSD razonablemente rápido y dos puertos USB-A 3.0 convencionales. No se incluye un puerto Ethernet, pero el portátil sí incorpora un módulo Wi-Fi 7 muy rápido. La cámara web, que incluye un obturador de privacidad, ofrece sólo 0,9 MP de resolución, pero aun así produce una imagen más nítida que muchos modelos de la competencia. La cubierta inferior es fácil de retirar tras aflojar seis tornillos Torx. En el interior, encontrará dos ranuras SO-DIMM ocupadas, así como dos ranuras M.2. La ranura 2280 está libre, mientras que la SSD instalada se sitúa en la ranura 2242, más pequeña.

Los dispositivos de entrada son sólidos y, al estilo típico de Lenovo, están ligeramente por encima de la media de la clase sin ser realmente excepcionales. Aparte de las estrechas teclas de flecha arriba y abajo, la disposición es en gran medida agradable. La sensación al teclear es buena y la retroiluminación blanca garantiza una visibilidad clara en entornos con poca luz. El panel táctil mide 12 por 7,5 centímetros, lo que proporciona espacio suficiente. Sus propiedades de deslizamiento, reconocimiento de gestos y precisión dejan poco que criticar. Sólo los mecanismos de clic suenan un poco traqueteantes.

Desafortunadamente, Lenovo ha recortado algunas esquinas con la pantalla. La cobertura sRGB de aproximadamente el 58% da como resultado una imagen bastante desvaída, a pesar de la sólida relación de contraste de poco menos de 1.060:1. Definitivamente hay margen de mejora aquí. Los tiempos de respuesta también podrían ser mejores, como se muestra en nuestra tabla, especialmente en comparación con los paneles OLED, que también ofrecen niveles de negro muy superiores. En el lado positivo, el Slim 5 16 está libre de parpadeo PWM. La resolución de 1.920 por 1.200 píxeles no es ideal para un dispositivo de 16 pulgadas en términos de nitidez, pero sigue siendo aceptable en general. El brillo medio de nuestra unidad de pruebas se situó en unos utilizables, aunque no impresionantes, 332 cd/m².

En términos de rendimiento, el IdeaPad se sitúa firmemente en el segmento básico, lo que está en consonancia con su precio. Nuestra configuración de prueba incluye 16 GB de RAM DDR5-5600 (2x 8 GB) y una SSD NVMe de 512 GB. Dado que tanto el almacenamiento como la memoria pueden sustituirse, las futuras actualizaciones son sencillas.

El Ryzen AI 5 330 forma parte de la generación Krackan Point 2 y cuenta con cuatro núcleos Zen 5 (4 nm) capaces de manejar ocho hilos simultáneamente. En nuestros benchmarks de CPU, el AI 5 330 no sólo queda por detrás de sus hermanos, el AI 5 340 y el AI 7 350lo que era de esperar, sino que también queda por detrás del Core Ultra 7 255U e incluso del Core 7 150U que se encuentra en el IdeaPad Slim 5 16 probado anteriormente. Sin embargo, el modelo AMD ofrece un rendimiento más consistente en general, como se muestra en el bucle Cinebench.

El rendimiento del sistema también sitúa al dispositivo en la parte baja de nuestra comparativa, aunque hay que tener en cuenta que los modelos de la competencia suelen costar unos cientos de euros más. Para las tareas cotidianas de oficina, vídeo y web, sin embargo, la experiencia general es más que suficiente.